CÓMO FUNCIONA EL CONTROL DE VELOCIDAD VIAL
¿Qué es el Control de Velocidad?
El control de velocidad vial es el uso de soluciones físicas para ralentizar los vehículos y/o reducir el tráfico con el objetivo de hacer que las calles sean más seguras y accesibles para los automovilistas, ciclistas y peatones. En efecto, se ha demostrado que es una forma efectiva de disminuir el exceso de velocidad en las vialidades, prevenir choques y evitar pérdidas humanas.
Los ingenieros de tránsito, los funcionarios de obras públicas y los planificadores urbanos han generado muchas estrategias para controlar la velocidad vial de manera efectiva, como la instalación de mesetas y reductores de velocidad, cojines de desaceleración adecuados para el libre tránsito de los vehículos de emergencias, definición y separación de carriles, rotondas de tráfico y carriles exclusivos para bicicletas. Así que estas soluciones se utilizan para brindar más opciones de seguridad en las calles y proteger a todos los usuarios.
Se ha demostrado que estas soluciones:
Si bien es cierto que estas soluciones pueden implementarse a nivel de calles locales, barrios o ciudades, el control de la velocidad vial es más efectivo cuando es parte de un programa proactivo para mejorar la seguridad vial y desde un panorama más amplio. Esto a menudo se lleva a cabo, después de un análisis para determinar los puntos de alto riesgo en la vialidad.
Efectividad de las Soluciones Modulares de Caucho
Sin duda, implementar medidas físicas para reducir el exceso de velocidad, mejora el comportamiento del automovilista y las condiciones de las vialidades para todos sus usuarios, incluyendo conductores, peatones y ciclistas. Así que nuestras innovadoras soluciones, para reducir la velocidad de los vehículos, previenen accidentes y salvan vidas todos los días.
Sus objetivos son:
Los vehículos más lentos salvan vidas
¿La desaceleración de los autos, incluso de pocos kilómetros por hora, realmente hace la diferencia? Por supuesto, la posibilidad de supervivencia (%) de los peatones aumenta cuando un vehículo reduce su velocidad:
30 Km/h 90%
50 Km/h 50%
65 Km/h 10%
Eficacia de los radares medidores de velocidad.
Se instalan muy fácilmente, cuentan con dígitos altamente brillantes y visibles y un estrobo que parpadea alertando a los conductores que rebasan el límite de velocidad. Pero ¿realmente funcionan? La respuesta es: sí. Los radares medidores de velocidad ayudan a reducir la velocidad de los autos de forma efectiva. Y se ha comprobado que los automovilistas que reducen su velocidad y respetan los límites, disminuyen los accidentes y mitigan el impacto cuando estos suceden.
Las ciudades que han instalado radares medidores velocidad verán un descenso en las velocidades vehiculares promedio, un mejor cumplimiento de los límites permitidos e incluso una disminución a largo plazo en el exceso de velocidad de los conductores y dichas velocidades promedio.
Cada año se pierden casi 1,3 millones de vidas a consecuencia de los accidentes de tránsito. Entre 20 millones y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, y a su vez una proporción de estos padecen alguna forma de discapacidad.
Los traumatismos causados por el tránsito causan pérdidas económicas considerables a las víctimas, a sus familias y a los países en general. Se producen pérdidas a consecuencia de los costos del tratamiento (incluidas la rehabilitación y la investigación del accidente) y de la pérdida o disminución de la productividad (por ejemplo, en los sueldos) por parte de quienes resultan muertos o lastimados, y para los miembros de la familia que deben distraer tiempo del trabajo o la escuela para atender a los lesionados.
Hay pocos cálculos de los costos de estos traumatismos a escala mundial, pero uno realizado en 2000 indicó que el costo económico de los accidentes de tránsito era del orden de los US$ 518 000 millones. Los cálculos nacionales han puesto de manifiesto que los accidentes de tránsito cuestan a los países entre 1% y 3% del producto nacional bruto; asimismo, se ha comprobado que las repercusiones económicas sobre cada familia pueden ocasionar el endeudamiento excesivo e incluso la reducción del consumo de alimentos.
Los traumatismos causados por el tránsito se han marginado del programa de acción sanitaria mundial durante muchos años, a pesar de que son predecibles y en gran medida prevenibles. Los datos de investigación provenientes de muchos países muestran que se pueden lograr resultados extraordinarios en la prevención de estos traumatismos mediante esfuerzos concertados en los que se implica el sector de la salud, aunque no de manera exclusiva.
La situación socioeconómica
Más del 90% de las muertes causadas por accidentes de tránsito se producen en los países de ingresos bajos y medianos. Las tasas más elevadas se observan en los países de ingresos bajos y medianos de África y del Oriente Medio. Incluso en los países de ingresos altos, las personas de los estratos pobres tienen más probabilidades de verse involucradas en accidentes de tránsito, por comparación con sus homólogos más prósperos.
Edad
Los niños y los menores de 25 años representan más del 30% de las personas muertas o lesionadas en accidentes de tránsito. Las tasas de mortalidad por esta causa son mayores en los jóvenes.
Sexo
Desde una edad temprana, los varones tienen más probabilidades de verse involucrados en accidentes de tránsito, por comparación con las mujeres. En el grupo de conductores jóvenes, los varones menores de 25 años tienen casi tres veces más probabilidades de morir en un accidente automovilístico que las mujeres de la misma edad.
Factores de riesgo fundamentales y forma de afrontarlos
Los traumatismos por accidentes de tránsito pueden prevenirse. Los gobiernos tienen que adoptar medidas para abordar la seguridad vial de una forma integral, lo que requiere la participación de muchos sectores (transportes, policía, salud, educación) y velar por la seguridad de las calles y los caminos, los vehículos y los propios usuarios de la vía pública. Entre las intervenciones eficaces cabe mencionar el diseño de una infraestructura más segura y la incorporación de elementos de seguridad al decidir el uso de la tierra y planificar el transporte; el mejoramiento de los elementos de seguridad de los vehículos; y la atención mejorada de las víctimas inmediatamente después de los accidentes de tránsito. Resultan igualmente importantes las intervenciones centradas en el comportamiento de los usuarios de la vía pública, como el establecimiento y cumplimiento de leyes relacionadas con los factores de riesgo fundamentales y la concientización en torno a estos. Se describen a continuación algunos de estos factores.
Velocidad excesiva
El aumento de la velocidad promedio se relaciona directamente con la probabilidad de que ocurra un accidente de tránsito y con la gravedad de las consecuencias de este. He aquí algunos datos sobre el particular:
Conducir cuando se ha bebido aumenta el riesgo de un accidente y las probabilidades de que este ocasione la muerte o traumatismos graves.
Cascos de motociclista
Cinturones de seguridad y medios de sujeción de niños
Distracciones al conducir
Se producen muchos tipos de distracciones que pueden alterar el modo de conducir, pero en época reciente se ha registrado un aumento notable de estas distracciones como resultado del uso de los teléfonos celulares por los conductores, que es un motivo de preocupación cada vez mayor en la esfera de la seguridad vial. La distracción derivada del uso del celular mientras se conduce puede trastornar la conducción de muchas maneras, por ejemplo, aumentando el tiempo de reacción (en particular, el tiempo de reacción para frenar, pero también la reacción frente a las señales de tránsito), trastornando la capacidad de mantenerse en el carril correcto y acortando la distancia con el vehículo que va delante.
Fuente: Organización Mundial de la Salud.